lunes, 16 de enero de 2012

Camino de Kumasi

En este capítulo Kapuscinski nos ofrece distintas percepciones o rutinas de los africanos que tanto difieren con las nuestras, los europeos.

Empieza describiéndonos como es la estación a Acra, los autobuses de Acra son carrocería de madera que cubre un techo apoyado sobre unos palos. Sin paredes hecho que favorece el paso de corriente de aire, un gran aprecio que tiene en el continente africano puesto que su clima es muy árido. Los autobuses están pintados de colores vivos, con dibujos e incluso unas descripciones que hablan de Dios y los hombres, de deberes y prohibiciones.

La concepción espiritual de África está determinada por la religiosidad. El africano cree en la existencia de tres mundos diferentes pero relacionados entre sí. El primero es la misma realidad con todos sus componentes los animales, objetos, plantas… El segundo es el mundo de los antepasados, es decir, consideran que nuestros antepasados no mueren sino que se trasladan en otro mundo des del cual pueden intervenir en nuestra mundo. Finalmente el tercer mundo es el mundo de los espíritus. Al frente de los tres mundos se encuentra Dios.

Kapuscinski al subir a un autobús de Acra en dirección Kumasi, nos revela otra gran diferencia respecto a la concepción del tiempo entre los africanos y europeos. Nosotros, los europeos, consideramos que el tiempo es independiente que somos los hombres los que dependemos del tiempo. En cambio, los africanos piensan que es el hombre que influye sobre el tiempo, incluso, que el hombre puede crear la existencia del tiempo ya que el tiempo es la consecuencia de sus actos. Por este motivo, cuando Kapuscinski y los otros viajeros esperan a que el autobús esté lleno parece que los africanos están en ‘’stand by’’.

Mientas Kapuscinski viaja en el autobús recuerda que no hace más de dos generaciones que África se desplazaba a pie. Los hombres y las mujeres se trasladaban a pie llevando sus pertenencias en la espalda, los brazos y lo más común sobre las cabezas. Lo más frecuente era que grupos poco numerosos viviesen perdidos expuestos a todas las enfermedades y las malas condiciones del clima. Otros, se iban desplazando en busca de agua y tierra para cultivar. Su gran medio de transporte era y sigue siendo el caminar. Por este motivo deben de ser especialistas en la geografía porque abundan los senderos y si no se conocen te pierdes. Pero los senderos más peligrosos son los de la selva por los animales y las dificultades del camino.

Kapuscinski a punto de llegar al final del camino, a Kumasi, su vecino de autobús le impregna de su alegría ya que ha habido un acontecimiento político que puede contribuir con el desarrollo de África.

Susana Bardolet 2º Bachillerato A




En el Sahara el aire tiene un gran valor, debido a su escasez, por lo que las casas tienen un mayor valor adquisitivo si en ellas circula el aire o no. Los autobuses de África están repletos de pintadas de animales e inscripciones de todo tipo. El africano cree en un mundo espiritual que consta de: una realidad visible, el mundo de los antepasados y el reino de los espíritus.

El concepto del tiempo es muy diferente al nuestro. Al entrar en el autobús, un extranjero, pregunta hacia donde se dirige éste y se pone de los nervios al saber que no se moverá hasta estar completo. Sin embargo, el africano es más tranquilo y paciente y que allí las cosas simplemente pasan cuando tienen que pasar. En su tiempo de espera se encuentran en un estado inerte, no se mueven, no hablan, ni miran a su alrededor.

En África todo se hace de una manera muy pausada, esto se debe al calor. La rueda tardó en llegar a África, por lo que el medio de transporte eran las propias personas. Estas transportaban toda clase de objetos llevándolo sobre sus propias cabezas. Gran parte de los pueblos vivían aislados, en forma de clanes o grupo de personas reducido. Éste era un modo de protegerse de las enfermedades y de poder peregrinar deprisa y de forma constante cuando se encontraban con algún peligro o ya no había agua donde se encontraban.

El autobús se adentra de cada vez más en el bosque y nos muestra una abundante vegetación tropical. La vegetación dificulta el paso del autobús, ya que no hay caminos, sólo hace unas pocas décadas que hay automóviles en África. .En lugar de caminos hay senderos para el ganado o la gente. Estos senderos de la tribus, suelen ser peligrosos y quien no conozca muy bien el terreno, se perdería y sin agua, ni alimento probablemente moriría. Las tribus colocan talismanes para ahuyentar loa espíritus y advierten así a otras tribus del peligro.

El autobús de vez en cuando se detiene para que se baje la gente. Mi vecino es un hombre feliz que solo desea lo mejor para el futuro de África. Mi otro vecino es poco hablador y durante el final del camino me confiesa que tiene animales dentro de la cabeza, lo que le provoca un gran estallido en su interior.


Álex Ayuste 2º Bachillerato C



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