lunes, 16 de enero de 2012

Habrá fiesta

Godwin,periodista de Kampala,accede a llevar al escritor a su aldea natal.

A continuación describe detalladamente la vida que se desarrolla a los lados de la carretera principal,la qual los conducirá hasta el poblado.

Poblados de trabajadores artesanales arreglando zapatos,sastres cosiendo o mujeres machacando mandioca es lo que se puede divisar.Es el dia a dia que llevan los habitantes de la carretera que conduce al este de Kenia.Los coches que pasan,son avasallados por las multitudes de niños y de vendedores locales,para vender lo que uno pueda necesitar.A lo largo del camino,se pueden distingir diferentes religiones que peretenecen a diferentes etnias. Cada equis tiempo una barrera custodiada por la policía o el ejercito,haran parar el vehículo y según su comportamiento podríamos saber la situación en la que se encuentra el país.


Finalmente,emprenden el viaje tarde,por tanto la perspectiva del lugar cambia por completo. Únicas velas y tenues luces se ven a lo largo de todo el camino.Es de mayor utilidad resguardarse tras una vela que un lugar iluminado,relata Godwin,devido a que anteriormente en tiempos de dictadura el ejército no podia divisar a nadie,si estos rapidamente podian apagar sus velas.

Al final del camino se topan ante una pared. Han llegado a la casa famliar de Godwin,donde seran recibidos y pasaran la noche allí.

A la mañana siguiente,rodeado y totalmente sorprendido por la vegetación africana,el escritor sale a buscar agua con los niños de la familia.

Al volver,la madre prepara un desayuno muy exclusivo por la visita de su hijo Godwin.Exclusivo ya que comen una vez al dia.Salen al patio y le llama la atención una losa,llamada masiro,es el sepulcro de los antepasados y la simple estructura de la cocina.


Godwin decide llevar al escritor a visitar a sus vecinos.Uno a uno describen la situación por la qual estan pasando. Pobreza devido a que el poblado se encuentra muy apartado del mercado mas proximo, y como tal no pueden vender sus cosechas. Como excepción un vecino llamado Simón,que posee una bicicleta,ayuda por un precio muy bajo,a trasladar lo que puede asta el mercado por tal de que la gente del poblado puede vender un mínimo para poder subsistir.

Otro de sus vecinos,Lule,es el encargado de cuidar a la vaca. A principios de cada año los habitantes del poblado,se reunen y aportan el poco dinero que tienen para comprar una vaca. Ésta es sacrificada en Navidad,donde todos se reúnen para comer una vez al año carne.

Para terminar,el escritor es invitado a la celebración,si casualemente se encuentra por la zona.

Pilar López 2º Bachillerato C



En este capítulo Kapuscinski nos describe la pobreza que se puede apreciar a ambos lados de la carretera mientras se dirige a la aldea de Godwin, un periodista de Kampala.

En esta carretera, se puede observar cómo los habitantes desarrollan sus vidas. Cada uno realiza su profesión; unos arreglan zapatos, otros cosen, las mujeres asan, venden plátanos pescado, jabón... Más allá de los tenderetes se encuentran los talleres de reparación.

Si se viaja en coche tan solo hace falta pararse un instante para ver cómo los niños y las vendedoras se acercan y ofrecen de todo. Mediante el comportamiento de los policías se puede conocer la situación de los países; si éstos saludan amablemente significa que es un país democrático; en cambio, si gritan quiere decir que están en guerra o que hay una dictadura. Los camioneros son los reyes de las carreteras; mantienen una relación distante con las mujeres que caminan por ellas, ya que si se parasen cada vez que vieran una, no llegarían nunca a su destino.

No obstante, los dos periodistas viajan de noche. El ambiente de la carretera es totalmente diferente; los vendedores extienden sus mercancías a la luz de una vela, ya que es el método más seguro en caso de la presencia del ejército.

Las aldeas están formadas por casas muy distantes entre sí, conectadas mediante senderos sólo perceptibles por sus habitantes. Allí, los niños son los encargados de ir a recoger agua a los arroyos. Como en la mayoría de las aldeas, la gente sólo come una vez al día (en estación seca cada dos días). Los habitantes se sienten protegidos por sus antepasados, depositados en los masiro de los patios.

Los dos periodistas visitan a los vecinos, a los que Godwin les regala unos rollos de chelines ugandeses (es común que los que vienen de ciudad traigan presentes). Los primeros vecinos tienen un hijo cada año y sólo trabaja la mujer. Simón, el segundo, tiene de una bicicleta, con la que transporta las mercancías de las mujeres que viven en aldeas lejanas hasta el mercado (cobrándoles una pequeña cantidad de dinero).

Apolo, un vecino de Simón, se dedica al cultivo de café. Asegura que aunque la guerra haya terminado, la vida sigue siendo difícil ya que el precio del café ha bajado, por eso no tiene demanda.
Lulue Kabbogozza, un anciano de la aldea, posee una vaca. Explica que las éstas se reservan para Navidades, el único momento en que lo campesinos pueden comer carne. Kapuscinski asegura que si el año que viene vuelve, estará invitado a la fiesta navideña.

Ariadna Marcé 2º Bachillerato A


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