lunes, 16 de enero de 2012

Yo, el blanco


Nos situamos en África, donde aparece en poco tiempo una nueva clase gobernante, la burguesía burocrática, quienes defienden la liberación del país. Pero a parte de eso viven rodeados de lujos. Esta gente que ahora viven como reyes, no pueden olvidar su pobre pasado. Ya que en África se comparte todo con los demás, hasta la cosa mas insignificante. De no ser así ese miembro queda marginado del grupo cosa que en África significa desgraci. Es decir que al recibir el puesto en la nueva clase social, esta gente no duda un solo instante en compartir todos eses momentos con sus seres queridos.

En 1962 todavía no es común el ascenso social. En África la gente vive en distintos barrios. Cerca del mar viven los blancos, la gente que posee mas lujos. Pero en otros barrios viven otro tipo de gente, gente venida de fuera la cual no disfruta de ningún lujo. La gente del barrio pobre, de la única libertad de la que gozan es de ir al barrio de los blancos por el simple hecho de ir a trabajar. Todo dependía de su color de piel.

El autor nos muestra todas estas experiencias debido a que él lo ha vivido en primera mano. Él se ha encontrado en el barrio negro. Donde los habitantes por ser blanco lo acusaban de todo aquello que hicieron los de su mismo color en su momento. En ese lugar el autor nos explica muchas experiencias vividas. Entre ellas el fabuloso descubrimiento para él de la naturaleza sin pecado humano. Hecho que no olvidará jamás.

En mi opinión, lo que principalmente pretende mostrar el autor es como es África. Como si nos trasladara allí. Quiere que sepamos como sería estar en ese lugar, que sintamos lo mismo que toda aquella gente que vive allí, y lo que sintió el en su momento. Por otra parte creo que con cada pequeña lectura de este libro, cada uno de nosotros conocemos (de alguna manera) los problemas que sufre y que ha sufrido África.

Maria Bibiloni Suau 2º Bachillerato C


Ryszard Kapuscinski en este capítulo comienza explicando la independencia de Tangancia que produjo el despido de muchos europeos que estaban en el servicio colonial. Éstos, se habían dirigido a África motivados por una vida repleta de lujuria que les habían prometido los Europeos. Pero esta situación sufrió un giro de 180º con la independencia de las colonias, y ahora, son los africanos los que ocupan los altos cargos, este proceso es lo que ellos llaman africanización.

Kapuscinski se sorprende de la importancia que cobra el valor de compartir en este continente, sobretodo con la figura del primo. En España, el individualismo es un valor apreciado, pero en cambio, en África el compartir es indispensable para la supervivencia en grupo.

A continuación, nos describe los tres barrios en los que se divide Dar es Salam. El primero, el mas cercano al mar, es el habitado por el hombre blanco, donde se lleva a cabo una vida de lujuria y sin preocupaciones. Más allá del mar, se encuentra el barrio de los comerciantes, habitado por hindúes entre otros y que viven de sus tiendas que permanecen abiertas de par en par con las mercancías que cubren las calles.

Una tradición de éstos es ir los sábados a la costa del mar y ver que detrás de ese oleaje se encuentra su país, la India. Más en el centro se encuentran las chozas del barrio africano con unas vidas miserables y sin visos de mejorar. Éstos no tienen la libertad de acceder al barrio blanco como se les antoje, solo pueden hacerlo si se dirigen al trabajo o a un destino determinado.

Kapuscinski afirma que dependiendo del color de piel, todo el mundo tenia asignado el papel y el lugar que le correspondía.

En él revivió el problema de la piel, era blanco. Era considerado un enemigo, que acabó con los antepasados africanos, quienes limitaron sus libertades, no liberarse del el sentimiento de culpabilidad. Sabia que él era inocente pero culpable ante los ojos de los demás. Se encontraba incomodo en todos los lugares. En el barrio de los blancos todo se resumía en un bonito paisaje y funcionarios colonos interesados en el momento en que expiraría su contrato. En el barrio intermedio, en el caso de que hubiera encontrado a algún africano no podría ir a ningún lado con él ya que se oponían las reglas del apartheid.

A causa de la independencia de Uganda, Kapuscinski cogió su todoterreno y emprendió viaje hacia la ciudad acompañado por Leo. Los dos fueron testigos de la verde naturaleza que se desplegaba a ambos lados del camino a lo largo de todo el camino con bestias salvajes correteando por las llanuras. Todo esto le parecía increíble, como si volviera al nacimiento del mundo, donde no existe el hombre, y por consecuente, el pecado.

Rebeca Blasco Escandell

2º Bachillerato A

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